#MentiraFresca ¿Cual Política Exterior de Maduro?

En los últimos años, el presidente Nicolás Maduro ha baboseado iniciativas de integración regional en latinoamerica. Sirviendo como el canciller de Hugo Chávez desde 2006 hasta 2012, Maduro pudo hablar paja en el mundo de la política exterior a través de su política más radical (hacia estados como Siria, Irán y Libia) y, a veces, el enfoque más pragmático (especialmente hacia Colombia ). Sin embargo, en su papel como presidente, sus burradas lo tienen acusando a los demás de la cagada que ha hecho con el país y es probable que permanecerá de esa manera. Su capacidad de proyecto en el extranjero está limitada por la crisis en el país. Hasta los chavistas están enojados con el y su pandilla de enchufados.

Desde el inicio Maduro ha luchado para obtener el equilibrio político pues su penes y pajaritos ni se paran ni vuelan. Sus seguidores se esconden en los medios! Nadie quiere estar asociado con algo desagradable y vergonzoso. A diferencia de Chávez, quien ganó sus elecciones ampliamente , Maduro se tuvo que robar las elecciones con la ayuda del CNE y salió volando a buscar ayuda de sus compinches mantenidos en el mundo y dejó botados a los verdaderos patriotas en las calles entre el estruendo de cacerolazos. 

Poco después, no le tocó sino dar la cara al legitimo presidente. Sus burradas contra Colombia y Capriles cuando se reunió con el presidente de Colombia, el escándalo de los muertos votantes, y una grabación filtrada del sapo Mario Silva que revela las luchas internas y la corrupción de su partido. Si bien este tipo de escándalos políticos y rivalidades no son nada nuevo en Venezuela, Chávez podía rápidamente apagar los incendios a través de una combinación de carisma, la popularidad pública, una red de funcionarios políticos, y los fuertes lazos militares. Maduro carece estas cualidades y se esta hundiendo.

Tal vez aún peor para Maduro es su irresponsabilidad al tratar en mantener la atribulada economía de Venezuela a flote. El país pasa sacrificios buscando algo de comer y ni todo los recursos petroleros del país (que constituyen un 97 por ciento total de las exportaciones) combinado con la mala gestión generalizada en todos los sectores clave ha afectado a los mismos venezolanos que votaron por el. Electricidad y escasez de alimentos son comunes (uno de cada cinco productos básicos se considera escasa) y las tasas de inflación se sitúa entre 20 y 35 por ciento (42 por ciento incluso golpear a principios de este mes). La crisis ya ha amenazado los  índices de aprobación de Maduro y sus corruptos enchufados, asegurando que la economía del país (y no la política exterior) recibirá la mayor parte de su atención.

Por si fuera poco, el modelo de "socialismo del siglo XXI" de Venezuela que se promovió en todo el hemisferio por Chavez se está convirtiendo muy difícil de vender. El modelo basado en el estado ha ido perdiendo de integración regional en tierra al menos en las relaciones públicas contra la Alianza del Pacífico (un acuerdo de libre comercio entre Chile, Colombia, Perú, México, y tal vez pronto Costa Rica y Panamá). Estos países han acordado eliminar el 90 por ciento de los aranceles, integrar sus mercados de valores, y fomentar la migración más uniforme, proporcionando una alternativa energética a otras iniciativas regionales. Aunque todavía es demasiado pronto para predecir cómo esta nueva alianza le irá en el largo plazo, su creciente rumor ha restado atención de los modelos preferidos de Venezuela.

Esto no es aceptable para sus votantes que están avergonzados, pero saben que el no puede agotar el las enormes reservas de petróleo del país, apoyándose en el legado de liderazgo regional de Chávez y la voluntad para irritar a los Estados Unidos por algunos puntos políticos. 

Sin embargo, la estabilización que esta en sus manos sobre el poder y la economía de Venezuela va a dominar la agenda de Maduro. Y a pesar de los esfuerzos para unir a los países de América Latina a través del comercio y la energía continuarán, las iniciativas más populares de hoy en día se apagaron en el estilo que Chávez o Maduro hubieran deseado.